
O por no poder tomar una actitud atacante.
En este juego es importante saber leer tanto al adversario como a cada uno de sus movimientos, y esa es una virtud que no poseo.
O un poco más complicado aún, es porque jamás pude mover a otro casillero, sin desasosiego, una pieza de mi vida, en éste tablero que es mi existencia.
Jamás pude adoptar una postura ofensiva y tomar las decisiones que se llevan al mundo por delante.
Y nunca encontraré tal pureza en un ser humano, que con solo mirarlo a los ojos pueda desnudar su alma y entender hasta la más recóndita y oscura de sus acciones.
En realidad no tengo la certeza de cual es mi impedimento, pero de lo que estoy seguro, es que si la vida es un juego, jamás aprenderé a jugarlo.
.
.
Cambio y fuera.
Hace dos días te conozco y realmente me sorprendes!... Apuesto a que seas escritor... pensalo!
ResponderEliminarmis cordiales saludos.