martes, 26 de enero de 2010

Ajedrez.

Nunca pude aprender a jugar correctamente al ajedrez, aunque no tengo bien definidas las razones, quizás es por falta de un cierto nivel intelectual necesario para lograr entender las estrategias.
O por no poder tomar una actitud atacante.
En este juego es importante saber leer tanto al adversario como a cada uno de sus movimientos, y esa es una virtud que no poseo.
O un poco más complicado aún, es porque jamás pude mover a otro casillero, sin desasosiego, una pieza de mi vida, en éste tablero que es mi existencia.
Jamás pude adoptar una postura ofensiva y tomar las decisiones que se llevan al mundo por delante.
Y nunca encontraré tal pureza en un ser humano, que con solo mirarlo a los ojos pueda desnudar su alma y entender hasta la más recóndita y oscura de sus acciones.
En realidad no tengo la certeza de cual es mi impedimento, pero de lo que estoy seguro, es que si la vida es un juego, jamás aprenderé a jugarlo.
.
.
Cambio y fuera.

lunes, 25 de enero de 2010

Esperemos.

Si es verdad que aquella vez nos cruzamos con la suerte,
esperemos no atropellarla con inexperiencias.
En éste posible vuelo entre nubes blancas,
esperemos desatar la tempestad sin teñir de gris el cielo.
Si inevitablemente la lluvia moja nuestras expectativas,
esperemos mostrar la valentía de sólo echar a reír.
Si la sorpresa le gana a la calma,
esperemos lo inesperado para sólo maravillarnos con el día a día.
.
.

Cambio y fuera.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Batalla

Te levantas ese día, y sabes que no va a ser igual que los demás.
Sabes que hay pocos días que puedan compararse con éste.
Te pasas meses, semanas, días esperándolo, y cuando llega entendes que hay que aprovecharlo, que hay que disfrutar el viaje, la previa, y el momento. Cuando finalmente esa voz conocida te llama, sabés que es hora, que llegó, que no falta más.
Si en el tiempo que no lo hiciste, juntaste tristezas, broncas, llantos, peleas, frustraciones, lo único que tenes que hacer es recordarlas por un segundo, y expulsarlas en un grito, un grito desgarrador, dejar que todo ese dolor, las marcas que queman, se vallan con esa explosión. Parado dentro de un círculo sagrado, saltando lo más alto posible, pisando sin el suelo, lo que queda por hacer, es dejarse llevar. Gritar y transpirar a la par de tantas otras almas y olvidarte de todo lo que te lastimó. Después de todo, es un momento único, que sucede cada tanto, y que debe disfrutarse porque es una forma de purgar todo recuerdo que nos lastima.

El que alguna vez haya tenido el placer de ver la banda que lo marcó para toda su vida, entenderá ésto.

Ya sea solos, últimos, primeros o después de un puertoriqueño pelotudo que tarda 2 horas, ir a ver a Catupecu, para mí es exactamente lo que dice arriba.


Cambio y fuera.

lunes, 28 de septiembre de 2009

El camino nunca duerme.


¿Por qué siempre elegimos el camino más difícil?, ¿por qué, habiendo tantas posibilidades menos dolorosas, menos complicadas, terminamos optando por la que más nos hará sufrir o la que más dificultades nos pondrá para superarla?.
Es simple.
Porque, es imposible saber de antemano cual es el camino mas fácil, y si lo supiéramos, ¿qué gracia tendría?, ¿cuál es el valor de algo, que conseguimos sin el mínimo esfuerzo? ¿qué nos motivaría para tenerlo?.
Cuando luchas contra la corriente, cuando te chocas con una infinidad de personas que van en la dirección opuesta a vos, cuando sabes que tenes más chánces de perder que de ganar, cuando corres el riesgo, aunque sepas que podes resultar herido, cuando cerras los ojos y te tiras al vacío, no sabes si lo vas a lograr o no, pero sentir el viento pegándote en la cara es suficiente satisfacción; si hay una verdad, es que es un millón de veces mejor, la decepción por no conseguir algo, que la duda de que hubiera pasado. Porque la duda mata, y no deja dormir.
Una herida puede llegar a sanar, pero si no sana, sangrará y así nos permite saber que estamos vivos. Estar vivo! como si el simple hecho de respirar alcanzara para decirnos si vivimos. Vivir no es lo mismo que estar vivo. Vivir, es dormir y despertarse, trabajar y alimentarse. Podemos, sin que nadie lo ponga en duda, cumplir con todos éstos actos, y por lo tanto vivir, pero ésto no alcanza para estar vivo.
Estar vivo es algo más complicado y simple a la vez, estar vivo es poder soñar, poder sentir, poder ver, poder gritar!, gritar todo lo que tenemos dentro.
Con el simple hecho de levantar la voz, podemos desprendernos de un dolor que envenena, podemos desahogarnos de un nombre y apagar el incendio de una ausencia.
Tomar el camino mas largo, está en nuestra naturaleza, sino, ¿qué otra razón habría para explicar el hecho de que escribí ésta exagerada cantidad de palabras, sólo para llegar al punto del cual partí al comenzar con ésto?. Por instinto elegiremos el camino que más trabajo requiere, y ¿por qué?, por la simple razón, de que, ansiamos poder probar el fruto que regala el árbol de nuestro esfuerzo.
.
.
Cambio y fuera.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

De un día para otro.


Extrañamente, de un día para otro (y no tan así) dejé de caminar por la cornisa, y dejé de querer hacerlo.
De un día para otro (y no tan así) logré entender que la soledad es extraña, y que sólo es una mala compañía, puede sonar tonto, pero es así, la soledad es la peor compañía que podés tener, justamente, cuando te sentís solo. Sentirse solo no es únicamente no tener una persona física cerca, sino no tener (o no querer ver) un sentimiento que nos abrace ante la helada sensación de lejanía.
De un día para otro (y no tan así) me di cuenta que el sólo saber que una persona nos quiere, aunque no esté presente en ese preciso instante, nos protege y nos ayuda a escaparle a esa mala compañía, que solo nos regala una sensación de desamparo, aunque esa persona esté a kilómetros de nosotros (o solo a unas escasas cuadras, sinceramente da igual) su cariño, su mano siempre tendida, sus palabras nos aseguran que esta cerca, que no se aleja, y que nunca lo hará. Es algo extraño, es cierto que no se puede vivir de recuerdos, pero si cuando los recuerdos están frescos, cuando uno todavía puede tocar, saborear, oler ese recuerdo, cuando uno cierra los ojos y puede sentir ese perfume distintivo, es cuando el recuerdo vale, cuando el recuerdo no es un recuerdo, sino una muestra que nos dejan para no extrañar en una noche larga, en un día gris, en una tarde desolada.
En fin, todo lo que necesitas es amor, y no solo de una mujer, (por algo digo que dejé de caminar por la cornisa, comprendí finalmente que ese tipo de amor no es IMPRESCINDIBLE), también de verdaderos amigos, de buenos guias que te hagan doblar cuando estás por descarrilar, que te hagan ver cuando estás ciego y sobre todo lo más importante, que te entiendan cuando descarrilaste o cuando quedaste ciego.
De un día para otro (y no tan así) abrí los ojos y entendí que lo primero que uno ve, es a sus verdaderos amigos protegiéndolo.


Cambio y fuera.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Me amarías.


Si el fuego congelara, como triste invierno.
Si el hielo quemara, como flechazo de tu vista.
Si el viento detuviera, como el tiempo al verte.
Si la sombra iluminara, como tus ojos mi alma.
Si la luz oscureciera, como luna a este atardecer.
Si el llanto reiría, como tu misma risa vida mía.
Si la muerte naciera, como mi esperanza cada día.
Si el avaro regalara, como tus labios una sonrisa.
Si la música silenciara, como el dolor a mis palabras.
Si el agua secara, como el sol mis lágrimas.
Si el comienzo acabara, como tu voz con este miedo.
Si el encierro liberara, como de la realidad un sueño.
Si el vacío llenara, como tu presencia este hueco.
Si el hambre saciara, como tus labios mi sed de besos.
Si la soledad acompañara, como en las noches tu recuerdo.
Si todo esto sucediera, estoy seguro que me amarías.
,
,
Bueno, de vez en cuando se me da por escribir, hace bastante no lo hago, creo que el combustible más efectivo para la escritura, por lo menos en mi caso, es la tristeza, por eso, en parte, agradezco el no estar escribiendo. Por suerte, el no escribir no significa que no pueda expresarme, ya que al leer tengo la oportunidad de sentirme reflejado, (o discernir completamente), pero puedo descubrirme a mi mismo, sólo con leer las ideas o pensamientos de alguien más, y es una sensación magnífica, poder verse reflejado en las palabras de alguien que quizás, jamás veremos, por una cuestión temporal o geográfica, pero que sabemos que en un momento de su vida pensó lo mismo que uno piensa en éste momento, o que un simple libro pueda hacernos ver otros puntos de vista sobre muchas cuestiones, por eso creo yo que Borges dijo: "Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído."
,
,
Cambio y fuera.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Bienvenido.

Bueno, como dice el título, me doy una bienvenida a éste mundo desconocido, por ahora para mí, del blog. Espero no abandonarlo en la brevedad. El que tenga presente la letra de Cuadros dentro de cuadros, sabrá que de ahí salió el nombre, y ya que plagié la mágica pluma de Fernando Ruíz Díaz, subiré el tema entero. Un saludito para Mica, ya que estoy usando tu imagen sin permiso. (Véase el hombro que aparece a la izquierda de la foto).

Llegas por mí a un sitio inesperado, tus labios tienen un fin después de los ensayos. Te toca actuar más que actuar, hay más de mí en un mundo encerrado. Rompe el cristal, se vivir y es merodear entre tantos ojos leer, deletrear, aquel, real mensaje entre líneas. De oírte hablar de gritarte al oído, de eso habla el relato, y hay cosas que siempre guardo, para mi. Todo es así cuadros dentro de cuadros siempre un final sin fin después de un nuevo ensayo. Te toca actuar más que actuar hay más de mí en un mundo encerrado. Rompe el cristal, se vivir y es merodear entre tantos ojos leer, deletrear, aquel, real mensaje entre líneas. De oírte hablar de gritarte al oído de eso habla el relato, y hay cosas que siempre guardo ...para mi.


Cambio y fuera.