
¿Por qué siempre elegimos el camino más difícil?, ¿por qué, habiendo tantas posibilidades menos dolorosas, menos complicadas, terminamos optando por la que más nos hará sufrir o la que más dificultades nos pondrá para superarla?.
Es simple.
Porque, es imposible saber de antemano cual es el camino mas fácil, y si lo supiéramos, ¿qué gracia tendría?, ¿cuál es el valor de algo, que conseguimos sin el mínimo esfuerzo? ¿qué nos motivaría para tenerlo?.
Cuando luchas contra la corriente, cuando te chocas con una infinidad de personas que van en la dirección opuesta a vos, cuando sabes que tenes más chánces de perder que de ganar, cuando corres el riesgo, aunque sepas que podes resultar herido, cuando cerras los ojos y te tiras al vacío, no sabes si lo vas a lograr o no, pero sentir el viento pegándote en la cara es suficiente satisfacción; si hay una verdad, es que es un millón de veces mejor, la decepción por no conseguir algo, que la duda de que hubiera pasado. Porque la duda mata, y no deja dormir.
Una herida puede llegar a sanar, pero si no sana, sangrará y así nos permite saber que estamos vivos. Estar vivo! como si el simple hecho de respirar alcanzara para decirnos si vivimos. Vivir no es lo mismo que estar vivo. Vivir, es dormir y despertarse, trabajar y alimentarse. Podemos, sin que nadie lo ponga en duda, cumplir con todos éstos actos, y por lo tanto vivir, pero ésto no alcanza para estar vivo.
Estar vivo es algo más complicado y simple a la vez, estar vivo es poder soñar, poder sentir, poder ver, poder gritar!, gritar todo lo que tenemos dentro.
Con el simple hecho de levantar la voz, podemos desprendernos de un dolor que envenena, podemos desahogarnos de un nombre y apagar el incendio de una ausencia.
Es simple.
Porque, es imposible saber de antemano cual es el camino mas fácil, y si lo supiéramos, ¿qué gracia tendría?, ¿cuál es el valor de algo, que conseguimos sin el mínimo esfuerzo? ¿qué nos motivaría para tenerlo?.
Cuando luchas contra la corriente, cuando te chocas con una infinidad de personas que van en la dirección opuesta a vos, cuando sabes que tenes más chánces de perder que de ganar, cuando corres el riesgo, aunque sepas que podes resultar herido, cuando cerras los ojos y te tiras al vacío, no sabes si lo vas a lograr o no, pero sentir el viento pegándote en la cara es suficiente satisfacción; si hay una verdad, es que es un millón de veces mejor, la decepción por no conseguir algo, que la duda de que hubiera pasado. Porque la duda mata, y no deja dormir.
Una herida puede llegar a sanar, pero si no sana, sangrará y así nos permite saber que estamos vivos. Estar vivo! como si el simple hecho de respirar alcanzara para decirnos si vivimos. Vivir no es lo mismo que estar vivo. Vivir, es dormir y despertarse, trabajar y alimentarse. Podemos, sin que nadie lo ponga en duda, cumplir con todos éstos actos, y por lo tanto vivir, pero ésto no alcanza para estar vivo.
Estar vivo es algo más complicado y simple a la vez, estar vivo es poder soñar, poder sentir, poder ver, poder gritar!, gritar todo lo que tenemos dentro.
Con el simple hecho de levantar la voz, podemos desprendernos de un dolor que envenena, podemos desahogarnos de un nombre y apagar el incendio de una ausencia.
Tomar el camino mas largo, está en nuestra naturaleza, sino, ¿qué otra razón habría para explicar el hecho de que escribí ésta exagerada cantidad de palabras, sólo para llegar al punto del cual partí al comenzar con ésto?. Por instinto elegiremos el camino que más trabajo requiere, y ¿por qué?, por la simple razón, de que, ansiamos poder probar el fruto que regala el árbol de nuestro esfuerzo.
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Cambio y fuera.
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